1. HPL (High Pressure
Laminate)
Uno de los materiales más
destacados en la construcción de módulos para zonas frías es el HPL o laminado
de alta presión. Este material se compone de varias capas de papel impregnadas
con resinas fenólicas y melamínicas, que se fusionan bajo altas presiones y
temperaturas. El resultado es un
material altamente resistente, impermeable
y fácil de mantener, ideal para resistir las inclemencias del tiempo.
El HPL es especialmente
útil en las
cubiertas y paredes exteriores de los módulos, ya que
proporciona una capa protectora contra la humedad y el frío. Su resistencia al
impacto y la abrasión lo hace duradero incluso en entornos muy exigentes..
2. Werzalite: la
combinación perfecta de resistencia y ligereza.
El Werzalite es un
material sintético que combina resinas y fibras, diseñado específicamente para
ser ligero, duradero y resistente a condiciones extremas. En la construcción de
módulos para zonas frías, el Werzalite se
utiliza principalmente para el
material exterior del módulo,con el se construyen las paredes exteriores
del módulo debido a su capacidad para ofrecer
aislamiento térmico sin añadir
un peso excesivo a la estructura.
Este material destaca por
su alta resistencia a la intemperie, incluyendo cambios bruscos de temperatura,
y su capacidad para soportar cargas sin deformarse. Además, al ser un material
no conductor, ayuda a mantener el interior de los módulos a una temperatura
estable. Su longevidad y resistencia lo convierten en una opción ideal para
zonas con inviernos rigurosos.
3. Vinylit: aislamiento y
protección duradera
El Vinylit es otro
material esencial en la fabricación de módulos prefabricados para zonas frías.
Este material, conocido por su
resistencia al desgaste y su capacidad
para ofrecer un excelente
aislamiento térmico y acústico, se utiliza en el
exterior del módulo. Su resistencia al agua y su capacidad para mantener
las temperaturas interiores agradables, incluso en condiciones de frío extremo,
lo hacen indispensable en zonas donde la eficiencia energética es una
prioridad.
Además, su resistencia al impacto y su
capacidad para prevenir la penetración de la humedad contribuyen a la
durabilidad general de los módulos. Y es
material es completamente reciclable, lo que agrega un valor ecológico a su ya
larga vida útil.
4. Madera tratada:
estética y funcional.
Aunque los materiales
sintéticos como el HPL y el Werzalite dominan la construcción de módulos para
zonas frías, la madera tratada sigue siendo una opción popular por su estética
y calidez natural.
La madera tratada es un tipo de madera que ha
pasado por un proceso específico para mejorar su durabilidad y resistencia
frente a factores ambientales y biológicos, como la humedad, los insectos, la
descomposición o el moho. Este tratamiento la hace más apta para su uso en
exteriores o en condiciones donde la madera no tratada podría deteriorarse
rápidamente..
Aunque su uso exterior está más limitado en regiones de frío
extremo, cuando se utiliza adecuadamente, la madera tratada es capaz de aportar
una solución efectiva, respetuosa con el medio ambiente y de bajo
mantenimiento. Además, la madera tratada es un material naturalmente renovable,
lo que la convierte en una opción sostenible y de bajo impacto ambiental.